
A que pensaron que se había acabado el espiritud navideño. No señores aunque sólo sea por unas horas en el año, ya que ni tanto nos alcanza el espiritud para varios días y ni hablar del resto del año.
Tiempos aquellos del colegio en los cuales, algunos estudiantes de 3º y 4º medio, dedicabamos los días 23, 24 y 25 a preparar una navidad para algún grupo de cabros chicos entre 8 y 10 años de alguna población marginal de nuestra ciudad. Tan bueno era que de esos tiempos quedan muy buenos recuerdos de amigos y amigas que con esto nos ganabamos un "poroto" para el cielo.
Luego de universitarios, otros tantos seguiamos metidos en hogares de menores, en la misma honda hacer una navidad para los cabros chicos marginados por la dictadura, y también de esos tiempos quedan buenos amigos, amigas y pololas con los cuales dabamos alegría por un día a los cabros y por cierto manteniendo la magia del "Viejo Pascuero".
Después de profesionales trabajando en diferentes áreas productivas del país, involucrabamos a la empresa en estas campañas y apadriabamos alguna escuela de algún lugar sumido en la pobreza, pero que dignamente tenian su escuelay profesores adminables por la entrega, llegabamos cargados de regalos, dulces y alegria tanto para los cabros chicos, como para las sacrificadas madres. De estas escuelitas marginales también quedaron amigos, amigas, pololas, compañeros de trabajo y futuras esposas.
Hoy la mayoría casados (otros separados) y con hijos. Ya no vamos a tanto colegio, hogar de menores o escuelas marginales, hoy es en nuestros hogares en donde entregamos alegría y nos preocupamos de traspasar a nuestros hijos aquellos tiempos de solidariadad con aquellos que no están bien y que no han podido romper el circulo de la pobreza, hoy si vamos a una escuela o a un hogar de menores es para que nuestros hijos vean que hay niños de su edad que necesitan de otros niños y de otros padres para celebrar una navidad digna.
